Haciendo un poco de historia
El inicio de la industria en Chile coincidió con el aumento de la participación de las mujeres en este sector económico a fines del siglo XIX.
El principal trabajo de la mujer en esos tiempos era como obreras en fábricas, donde se manufacturaban alimentos, textiles y vestuario. Además, realizaban trabajos como asesoras del hogar o el cuidado de los niños en domicilios particulares.
La mujer en la vida laboral alcanzó a emplear entre uno y dos tercios de las mujeres activas mayores de 12 años.
Hacia el año 1907, la participación de las mujeres aumentó a casi un tercio de la población económicamente activa, conformando la mayor parte de la fuerza de trabajo de esas ramas económicas. Sin embargo, en las dos primeras décadas del siglo XX el salario de una mujer no era ni la mitad de lo que ganaban los hombres.
Al correr los años, la participación femenina en el mercado laboral urbano ha ido creciendo constantemente. Así, gracias al apoyo de ensayistas, políticos y reformistas de distintas corrientes ideológicas se fomentó la discusión sobre las condiciones de trabajo y en la protección a la maternidad obrera.
En el año 1887 una de las iniciativas que promovió tempranamente la incorporación de las mujeres a la actividad industrial, fue la organización de la Escuela Profesional de Niñas propuesta por la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA).
Participación de la mujer en la actualidad
Lamentablemente, aún persisten ciertos ámbitos laborares en dónde las mujeres aún no han logrado emparejar su participación como la de los hombres. Así como también, se ha visto reflejado en la baja participación de licitaciones para postular a proyectos del Estado.
Tras años de revisar las bajas cifras de participación de las mujeres en el Mercado Público, en el año 2016 se crea el Sello Empresa Mujer. De esta manera, se busca disminuir la gran brecha que existe entre las empresas encabezadas por hombres y las encabezadas por mujeres.
En esos años, solo un 36% de los proveedores que aparecían en los registros de Mercado Público correspondían a empresas lideradas por mujeres. Además, de ese porcentaje, solo un 26% lograban adjudicarse algún proyecto.
Por lo anterior, para incentivar la participación, Chile Compra decidió crear el Sello Empresa Mujer.
¿En qué consiste el Sello Empresa Mujer?
El Sello Empresa Mujer es una certificación que entrega ciertas ventajas frente a los criterios de evaluación en una licitación.
Existen algunas licitaciones que destinan en sus bases un cierto porcentaje que da prioridad a proveedores que cuenten con este sello. De esta manera, se incentiva la contratación de empresas que sean lideradas por mujeres, potenciando su mayor participación en el mercado.
Por lo anterior, desde el 11 de abril de 2016, las proveedoras del Estado pueden solicitar su Sello Empresa Mujer.
Este distintivo facilitará a los compradores públicos a la hora de incluir este factor en los criterios de evaluación de sus bases de licitación. Así también, en las compras directas menores de 10 UTM que se fundamentan con la característica de impacto social.
Pueden postular a este Sello Empresa Mujer:
- Las mujeres personas naturales cuyo único requisito es ser mujer.
- Aquellas con personalidad jurídica que cumplan con dos condiciones; que más del 50% de la propiedad de la empresa sea de una o más mujeres y que su representante legal o gerente general sea mujer.
Sello Empresa Mujer y Neuroclick
En Neuroclick, ofrecemos el servicio de diseño web con Convenio Marco y pone a disposición de las instituciones un completo abanico de posibilidades para desarrollar e implementar plataformas simples como complejas (Licitación 2239-4-LR20).
El Sello Empresa Mujer nos abre las puertas a participar en las licitaciones que ofrece Mercado Público a un nivel más competitivo. Además, este sello viene a complementar nuestra seriedad, calidad y compromiso en todos nuestros servicios.